Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo
2 de abril de 2009
Al designar el 2 de abril Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha ayudado a aglutinar los esfuerzos internacionales para fomentar una mayor comprensión del autismo. La celebración de este año incluirá una serie de conferencias, sesiones informativas, proyecciones, actuaciones musicales, videoconferencias, instalaciones de arte y otras actividades llevadas a cabo por las organizaciones que forman parte del sistema de las Naciones Unidas y un sinfín de asociados.
Celebro que el coro internacional de voces que reclaman la adopción de medidas que permitan a los niños y las personas autistas llevar una vida plena y productiva sea cada vez más numeroso. No se trata éste de un sueño lejano sino de una realidad que se puede alcanzar mediante la promoción de una percepción positiva del autismo así como de una mayor comprensión social de este problema en aumento.
He sido testigo de lo que pueden lograr las personas bondadosas que trabajan incansablemente para alcanzar este objetivo. El año pasado las Naciones Unidas organizaron un concierto de Rudely Interrupted, una banda de música rock cuyos miembros tienen diversas discapacidades, incluido el autismo. El grupo consiguió poner al público en pie con una serie de temas comunicativos y llenos de sentimiento y demostró, a través de la enorme alegría que impregnó su actuación, cuánto tienen que ofrecer al mundo las personas con discapacidad.
Las palabras del solista Rory Burnside fueron especialmente inspiradoras. “Mi consejo”, dijo, “a los niños que tienen algún tipo de discapacidad es: no dejéis que os paralice. Usadla como fuente de fortaleza y no de debilidad. Un semáforo en rojo puede ir seguido de otros muchos en verde, con alguno que otro en ámbar por el medio. Y los semáforos en rojo son sólo una pequeña prueba. Predominan claramente los discos en verde y ámbar”.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, tratemos de imbuirnos de este espíritu y de compartirlo. Redoblemos los esfuerzos mundiales para velar por que los niños y las personas con autismo de todo el mundo puedan beneficiarse del entorno propicio que necesitan para alcanzar su potencial pleno y contribuir a la sociedad.
2 de abril de 2009
Al designar el 2 de abril Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha ayudado a aglutinar los esfuerzos internacionales para fomentar una mayor comprensión del autismo. La celebración de este año incluirá una serie de conferencias, sesiones informativas, proyecciones, actuaciones musicales, videoconferencias, instalaciones de arte y otras actividades llevadas a cabo por las organizaciones que forman parte del sistema de las Naciones Unidas y un sinfín de asociados.
Celebro que el coro internacional de voces que reclaman la adopción de medidas que permitan a los niños y las personas autistas llevar una vida plena y productiva sea cada vez más numeroso. No se trata éste de un sueño lejano sino de una realidad que se puede alcanzar mediante la promoción de una percepción positiva del autismo así como de una mayor comprensión social de este problema en aumento.
He sido testigo de lo que pueden lograr las personas bondadosas que trabajan incansablemente para alcanzar este objetivo. El año pasado las Naciones Unidas organizaron un concierto de Rudely Interrupted, una banda de música rock cuyos miembros tienen diversas discapacidades, incluido el autismo. El grupo consiguió poner al público en pie con una serie de temas comunicativos y llenos de sentimiento y demostró, a través de la enorme alegría que impregnó su actuación, cuánto tienen que ofrecer al mundo las personas con discapacidad.
Las palabras del solista Rory Burnside fueron especialmente inspiradoras. “Mi consejo”, dijo, “a los niños que tienen algún tipo de discapacidad es: no dejéis que os paralice. Usadla como fuente de fortaleza y no de debilidad. Un semáforo en rojo puede ir seguido de otros muchos en verde, con alguno que otro en ámbar por el medio. Y los semáforos en rojo son sólo una pequeña prueba. Predominan claramente los discos en verde y ámbar”.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, tratemos de imbuirnos de este espíritu y de compartirlo. Redoblemos los esfuerzos mundiales para velar por que los niños y las personas con autismo de todo el mundo puedan beneficiarse del entorno propicio que necesitan para alcanzar su potencial pleno y contribuir a la sociedad.
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